Quiero ser tu mordisco en el cuello.
En efecto por la mañana a las 10 me dió un toque y le llamé. Le dije que yo aún estaba en la cama y no creía que llegara a tiempo. Le dije que me esperara, pero su respuesta fue que no iba a esperarme porque seguro que, como siempre, iba a tardar mucho. Yo insistí, pero el no cedió y al finaL me colgó con un "Venga que no ralles la cabeza". Cuando llegué a los juegos ya estaban todos jugando y estaban apuntados. Había llegado demasiado tarde, yo ya no podía apuntarme, aunque por suerte el organizador era amigo mío e hizo una excepción. PUF! Parece que el día no había empezado del todo maL. Por la tarde como iba a llover pues quedé por la tarde primero con Diego y con Santi para ir a ver un partido de fútbol y después, en el descanso, quedé con mis amigas pensando que la proce no iba a salir. Estuve con ellas tomando algo y a las ocho menos algo diciéndome que donde estaba que la proce iba a empezar y que faltaba yo. Bueno yo iba un poco tocadina y me toco ir rápido. Cuando llegué ya estaban todos cambiados y yo me tuve que cambiar deprisa. Cuando me cambié salí fuera a ponerme en las filas y me tocó delante de Diegutis. Antes de empezar estuvimos hablando mazo de bien y riéndonos y me sujetaba la cruz me colocaba el capirote y todo así en plan mazo de bien. En una de estas vino su padre y le dijo a Diego: Oye Diego mira haber que no se te olvide el condón. Y le dijo Diego: no no papa tú tranquilo que yo controlo. Yo me quedé flipando y me dijo Diego que eso era normaL en su padre, que era tan gracioso como él o incluso más. Bueno durante la procesión, sobre todo al principio, fuimos hablando mucho mucho. Una de las veces estábamos en una curva parados y el jefe de filas nos iba a dar un caramelo. Cuando se les saco del bolsillo la bolsa estaba del revés y se calleron todos. Entonces aparecieron como ocho niños de la nada y venga todos a cojer caramelos. De esto que me doy la vuelta y le digo a Diegutis: jopé esto en vez de parecer una procesión parece la cabalgata de lo reyes magos! Se empezó a reír y ya vino el jefe y nos dio los caramelos, dos a cada uno. Continuó la procesión y en otra paradina de esas fui a cojer un caramelo. Yo me les había guardado en el bolso del vestido y como hacía bueno pues no me había puesto medias. Para sacarle me tuve que levantar la túnica y de repente se me acerca Diego y me dice: Mira a ese señor de ahí le has alegrado el día. Miro al señor y me estaba mirando en plan dios hija... Y yo venga Diegutis porqué te fijas en esas cosas? La procesión continuó y con ella nuestras risas y nuestras paridotas. Al acabar volvimos a la cofradía. Como todos los días jugamos un futbolín nos reímos otro poquine y hasta la mañana siguiente que era la procesión muy pronto, auqnue lo mejor, sin duda, esque después de la proce llegaríamos a la cofradía y estaría preparado un buen chocolate con churros como todos los años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario